Toma su campera y con pasos decididos se acerca a la puerta, cuando es Elena la que pasa a través de ella y lo detiene con una mirada apacible, comprensiva e incluso con pena por él. Lo mira a los ojos y él se ve sumergido en ellos.
- Ahí vas… pretendiendo apagarlo, pretendiendo no sentir. - le dice como si fuera tal cosa un acto de sumisa cobardía. Ella no entiende, no logra entenderlo. - Damon estás tan cerca… no renuncies. - le suplica que se quede, que enfrente.
- Siento, Elena. ¿Ok? Y apesta. Y lo que más apesta aún es que debería haber sido yo…
Y Damon se refiere al hecho de que minutos antes terminó con el dolor penoso de su amiga, de su única amiga Rose. Fue él el que apuñaló su corazón y calmó con ese dolor que la sobrepasaba, que la angustiaba. Él no podía verla así, él necesitaba creer que ese sueño previo en el que se situaron los dos era el paraíso para ella. Que esos arbustos verdes con hojas caídas y un cielo brillante en el cielo era su lugar, no este.
- Te sientes culpable. - reafirma su hipótesis.
- Eso sería muy humano en mí, ¿No Elena? Pero no soy humano. Sos la que habla acerca de renunciar, es todo lo que has hecho hasta ahora, darte por vencida. Vete a casa…. Ha habido suficiente perdición, tristeza y crecimiento personal por un día.
Y él se refiere al hecho de que ella prefiere morir antes de que ver sufrir a su familia, sus amigos. Ella prefiere entregarse al mismísimo diablo si eso supondría una garantía de felicidad para ellos, y Damon no lo comparte. Él moriría por vos.
Entonces Elena lo mira con pena, se acerca decididamente hacia él y cruza sus brazos por su cuello aunque él no sienta nada. Lo abraza, y él se permite llorar pero su cuerpo y su rostro no reflejan ni siquiera un rastro de sentimientos. Simple represión.
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Horas después un auto lo encuentra en medio de la ruta, acostado mirando el cielo. Se siente perdido, se siente triste y no puede aguantarlo. Damon siempre fue fuerte, pero esta vez las cosas se le sobrepasaban… y es así. Uno no puede reprimirse sentimientos siempre, ¿No?
Un auto se detiene cuando las luces fluorecentes de su propio auto, reflejan el cuerpo de él sobre el camino sin fin. Una mujer sale y preocupada le pregunta “ Necesitás ayuda?” a lo que él le contesta que si, que necesita ayuda y necesita sacárselo de encima. Le pregunta su nombre, y ella se da por percatada de que esa persona está ebria. Grita, mira al cielo y la mira trastabillando con sus propios pasos. Le contesta que se llama Yessica, y retrocede unos pasos con miedo.
- Yessica, tengo un secreto. Uno grande, pero nunca lo he dicho en voz alta… digo… - se detiene, se le traban las palabras- ¿Cuál es el punto? No va a cambiar nada, eso no va a hacerme bien…. Hazme adoptar una mascota - gestualiza con las manos, se tambalea y la mira con sus ojos verdes con una mueca de desconcierto- No puedo ser lo que otras personas quieren que sea, lo que ella quiere que sea.
Se acerca y coloca sus brazos a la altura de los hombros de la mujer. Ella lo mira sin comprender, se detiene y mira sus ojos tristes, llenos de angustia.
- Este es quien soy Jessica. -
Y se acerca aún más. La mira furioso y su expresión cambia. Jessica le tiene miedo a Damon y a él no le interesa. Nunca le importó que la gente le tuviera miedo, es más le encontraba un oculto morbo en ello. Le encantaba ser el más temido, el que la gente cree fuerte e invencible.
- ¿Vas a lastimarme? - y ahora ella titubea mirando sus ojos llameantes de furia.
- No estoy seguro… - su voz se suaviza apenas- porque tu eres mi crisis existencial… ¿Te mato? ¿No te mato? - se debate mentalmente y sostiene las mejillas de ella con sus manos, presionando haciendo que sus mejillas se hundieran.
- Por favor, no…. - suplica con lágrimas en los ojos.
- Pero tengo que hacerlo, Jessica. Porque no soy humano, y lo extraño, lo extraño más que nada en el mundo- lo grita y se aleja unos cuantos pasos de ella. Su cuerpo tiembla entre llantos al verlo- Ese es mi secreto… pero hay tanto dolor que un hombre puede soportar….
Y acaba con su vida. Damon acaba con la vida de Jessica con solo atacar con desdén su cuello. No le importa, no piensa. Sus ojos se vuelven enfurecidos, y vuelve a ser el Damon que siempre fue y nunca dejará de ser.
Breve reseña de lo que había prometido ayer, modificado específicamente por mi. El díalogo es original.
Damon se asemeja muchísimo a mí, como yo espero simplemente NO SENTIR para evitar algunos sentimientos que principalmente me quiebran. Por eso elijo ser como él, pero al final del día cuando apoyo mi cabeza en la almohada todos esos pensamientos son lo que REALMENTE SOY.
No mucho más para decir, varias cuestiones para arreglar antes de irme así que espero resolverlas de la mejor manera posible y claro, sin dolor (:
PD: Yo me equivoco, no soy invencible a eso... los errores, las equivocaciones, mis palabras son presas de mí propio ser. Y no puedo culparlo, no puedo culpar a nadie DE NADA.
Gracias Blog, sos mi especial descargo.-